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Un viaje de esperanza y constancia en el Terminal de Ibagué

Mujer trabajadora del termina de Ibagué

En el bullicio ensordecedor del Terminal de la Capital Musical de Colombia, Yinna Paola Montiel ha encontrado en este lugar más que un empleo: ha hallado la oportunidad para darle un gran futuro a su familia. Como resultado de las herramientas de la Agencia de Gestión y Colocación de Empleo de Comfenalco Tolima, su vida ha tomado un nuevo rumbo, lleno de esperanza y gratitud.

 

Yinna Paola, madre de 36 años originaria del sur Tolima, llegó a Ibagué buscando -si se podía- algo más que una mejor vida para sus cuatro hijas. Tras perder su empleo a finales del año pasado, Yinna enfrentaba el desafío de comenzar de nuevo, en una época que muchas personas quisieran tener de todo para poder darle a sus hijos: noviembre y diciembre. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, algo dio un brillo de esperanza en su camino: la Agencia de Empleo de la Caja de Compensación del Tolima.

 

Ella había oído hablar del Servicio, pero nunca lo había utilizado de manera directa. Fue en un momento de necesidad que “perdió el miedo” -como ella misma lo explica- y decidió acercarse a este lugar, con la esperanza de recibir el apoyo que tanto necesitaba. “Pensé, “esperemos a ver qué sucede”, recuerda Yinna, con una mezcla de nervios y fe que la acompañó en cada paso. En ese instante, lo que parecía ser una simple búsqueda del Subsidio para Desempleado de Comfenalco Tolima, se convirtió en el inicio de una nueva etapa en su vida.

 

Lo que Yinna encontró en el Servicio de Empleo, superó sus expectativas. Desde el primer contacto con los asesores, el proceso fue ágil y sencillo. “Solo estuve dos horas, y una semana después, me llamaron para este empleo”, relata con una amplia sonrisa que refleja el alivio y la satisfacción, de haber tomado la decisión correcta ese día. La oportunidad que le brindó el Servicio de Empleo, fue la respuesta a sus oraciones; una nueva puerta se abría en ese justo momento para sus necesidades.

 

Hoy, Yinna trabaja muy contenta y entusiasmada en el Terminal de Transporte de Ibagué, un lugar donde cada día es un desafío, pero también una oportunidad para aprender y crecer personalmente. Sus hijas, quienes son su mayor motivación, la ven con admiración cada día que llega a casa agotada, sabiendo que el esfuerzo de su madre es lo que les garantiza un futuro mejor. “Ellas son mi motor, y por ellas sigo adelante (…)  uno no es eterno, pero uno hacer lo mejor posible para que ellas (sus hijas) tengan no lo mejor, pero sí lo adecuado y lo que es.”, afirma Yinna con unos ojos con lágrimas de emoción, pero con la firme convicción de que todo sacrificio vale la pena.

 

“La vida y el trabajo en el Terminal no es fácil” asegura, pero Yinna ha aprendido a ver cada reto como una oportunidad. “Lo importante es la actitud que pongas”, dice, con la sabiduría de quien sabe que la verdadera fortaleza está en el interior. Su capacidad de adaptación, su deseo de aprender y contar con buenos jefes en su puesto de trabajo, han sido claves para su éxito en este nuevo rol. Cada día, Yinna llega al trabajo con la misma determinación que la llevó a cruzar las puertas de Comfenalco Tolima: la de construir un mejor porvenir para su familia.

 

Con cada jornada que pasa, Yinna agradece la oportunidad que le fue dada. “Comfenalco me ha brindado la confianza para creer en lo que yo soy y mis capacidades”, expresa con gratitud. No solo ha encontrado un empleo, sino una comunidad que la apoya y la impulsa a seguir adelante. Para Yinna, el Terminal de Transporte de Ibagué es más que un lugar de trabajo; es el escenario donde cada día transporta un futuro mejor para ella y sus hijas con constancia y satisfacción.

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